Este fin de semana se celebra la Reconquista en Vigo. El capítulo 11 de "Cuando todo está perdido", importante para la trama de los personajes, transcurre durante esta fiesta histórica. Hoy os explicaré un poco más en detalle los acontecimientos que se produjeron en Vigo los días 27 y 28 de marzo de 1809 con un fragmento de un artículo original que he publicado en Historia 2.0, y que podéis leer completo en el siguiente aquí:
Primera portada de "Cuando todo esta perdido", que hice precisamente durante una Reconquista, en 2012. |
Durante la Guerra de Independencia española (1808-1814), el 31 de enero de 1809, los franceses llegaron a las afueras de Vigo y ocuparon el barrio del Arenal. Juan de Villavicencio, gobernador militar, ante la superioridad numérica del enemigo, decidió rendirse pacíficamente y dejarlos entrar para evitar un derramamiento de sangre inútil.
La ocupación
La rendición de la villa, denominada “Capitulación Honrosa”, se produjo bajo los siguientes términos:
- Respetar todo lo relacionado con la religión.
- Mantener los ediles que había elegido el pueblo.
- Permanencia dentro de las murallas de cincuenta miembros de la Milicia Honrada.
Soult debía continuar hacia Portugal, por lo que dejó un gobierno provisional. Se sucedieron dos gobernadores distintos hasta que el mando recayó al comandante de escuadrón Jacques Antoine Chalot a partir de su llegada a Vigo el 8 de marzo.
Para controlar la plaza, en la villa habían quedado desde mediados de febrero unos 1.000
soldados. En un primer momento, la convivencia fue tensa pero sin grandes altercados. Entre los locales se mantuvo una red de contactos con las autoridades de fuera para gestar la sublevación. Los personajes principales fueron, por un lado, los políticos locales. La actuación de Vázquez Varela fue sutil y a menudo se ha visto eclipsada por papeles más activos, pero, sin duda, el suyo fue crucial manteniendo a raya a los franceses con diplomacia pero firmeza, organizando la resistencia interna en contacto con la extramuros y racionando la comida de forma que apenas quedaba nada para el enemigo, por lo que las tropas galas se encontraban famélicas y con las fuerzas físicas y la moral minadas para cuando se produjo la revuelta.
Izquierda: Francisco Javier Vázquez Varela Derecha: Bernardo González "Cachamuíña" |
Otros protagonistas clave fueron los miembros del clero, principalmente en dos escenarios:
Por un lado, el convento de los franciscanos del Berbés, del que cinco miembros huyeron al ver venir a los soldados y se dedicaron a organizar las guerrillas. Entre ellos destacan el Padre Giráldez, enardeciendo a los vecinos de la provincia, y fray Andrés Villageliú, que se disfrazaba de campesino con un burro y robaba pólvora y fusiles a los franceses. Los frailes que se quedaron actuaron como emisarios entre el interior y los sublevados.
Por un lado, el convento de los franciscanos del Berbés, del que cinco miembros huyeron al ver venir a los soldados y se dedicaron a organizar las guerrillas. Entre ellos destacan el Padre Giráldez, enardeciendo a los vecinos de la provincia, y fray Andrés Villageliú, que se disfrazaba de campesino con un burro y robaba pólvora y fusiles a los franceses. Los frailes que se quedaron actuaron como emisarios entre el interior y los sublevados.
Por otro, en el cercano convento de Santa Marta se instaló el hospital de los franceses. Sus miembros robaban las armas y munición de los enfermos y fabricaban cartuchos y balas. En este contexto aparece también uno de los pocos nombres femeninos de los que se tiene constancia: el de María de la Aurora, enfermera que actuó como correo entre la guerrilla y la resistencia dentro de las murallas.
Vázquez Varela y Almeida en la representación de 2007. Ésta se hace en los escenarios reales. |
Por último, Juan Rosendo Arias Enríquez, el abad de Valladares, utilizó sus sermones para animar al campesinado a unirse a la revuelta. Junto a Cayetano Parada de Limia, el alcalde de Fragoso —que estaba harto de negociar con el enemigo—, organizaron un cerco a la villa que se inició el 17 de marzo.
A este cerco se unieron militares profesionales, tanto españoles como portugueses. Entre los primeros, el Marqués de la Romana envió a los capitanes Bernardo González “Cachamuíña” y a Francisco Colombo, y la Junta Central mandó a Pablo Morillo. Los refuerzos lusos llegaron al mando del teniente Juan Bautista Almeida de Sousa y Saa. En total habían conseguido reunir alrededor de 6.000 voluntarios para luchar.
También las fragatas inglesas Lively y Venus, que patrullaban la costa, fueron enviadas a colaborar con los vigueses atacando desde el mar los castillos del Castro y San Sebastián.
Plaza de la Constitución, antigua Plaza Pública |
La situación ya es crítica para los ocupantes y las autoridades “invitan” a Chalot a rendirse. Éste se niega a hacerlo ante nadie que no sea de su mismo rango, por lo que Pablo Morillo es ascendido a coronel para la ocasión.
La capitulación queda pactada para el día 27 de marzo en la plaza pública —actual Plaza de la Constitución— pero, pasado el plazo, los franceses continúan sin rendirse.
La reconquista de la villa
Los vigueses sospechan que Chalot está haciendo tiempo a la espera de refuerzos llegados desde Tui, por lo que esa misma noche a las 9 comienza el asalto. En el interior ya había unos trescientos voluntarios organizados por el alcalde Vázquez Varela, mientras que las guerrillas del cerco se coordinaron en un ataque simultáneo sobre los dos castillos y las puertas de la Ribera, los Cerdos y Gamboa.
Es en ésta última donde se produce el hecho más memorable, protagonizado por un
personaje del que no se sabe a ciencia cierta su veracidad. Un marinero viejo del Berbés conocido como Carolo intentó derribar la puerta de Gamboa con un hacha, pero murió de un disparo por parte de los franceses. Este hombre bien podría ser un símbolo de la lucha, ya que sus condiciones englobaban a todos los participantes: el hecho de ser marinero alude a la población humilde; el ser viejo, a la implicación de todas las edades, y el hecho de que muriera, el extremo de la opresión sufrida por los ocupantes. En cualquier caso, quien sí terminó el trabajo con el hacha fue el capitán Bernardo González “Cachamuíña”. Recibió tres disparos durante el proceso, y un cuarto al cruzar la puerta. Sin embargo, sobrevivió a la lucha y fue recompensado tras la expulsión de los franceses.
Franceses a punto de sufrir la ira viguesa en la puerta de Gamboa. Representación de 2007. |
Tumba de Cachamuíña en el cementerio de Pereiró, en Vigo. |
A las 8 de la mañana del día 28 de marzo de 1809, Chalot y sus tropas salieron por A Laxe y, dejando sus armas en la playa, embarcaron precipitadamente a causa del hostigamiento de la población, que tomó represalias por los abusos sufridos. Paralelamente, una columna de soldados llegaba desde Tui. Los esperados refuerzos de Chalot fueron dispersados. Vigo había sido liberada tras 58 días de asedio y un derramamiento de sangre mínimo, dadas las circunstancias. Era la primera plaza liberada en España.
Pocos días después le siguió Tui, y muchos voluntarios de ambas villas se unieron en la recién creada División del Miño. Los soldados de Soult se replegaron y reunieron con los del mariscal Ney, que se encontraba en la parte oriental de Galicia. Ambos bandos se enfrentaron en la decisiva batalla de Pontesampaio entre el 7 y 8 de junio, en la que los gallegos salen victoriosos.
Pocos días después le siguió Tui, y muchos voluntarios de ambas villas se unieron en la recién creada División del Miño. Los soldados de Soult se replegaron y reunieron con los del mariscal Ney, que se encontraba en la parte oriental de Galicia. Ambos bandos se enfrentaron en la decisiva batalla de Pontesampaio entre el 7 y 8 de junio, en la que los gallegos salen victoriosos.
Tras la guerra, con el retorno de Fernando VII, los leales fueron recompensados y los acusados de afrancesados fueron castigados. Al alcalde Vázquez Varela parece que se lo acusó en un primero momento de colaboracionismo, pero fue absuelto. Por otra parte, Fernando VII otorgó a la villa la categoría de ciudad y el título honorífico de “fiel, leal y valerosa”, lema que hoy luce en su escudo con un segundo, “siempre benéfica”, ganado por su auxilio a los heridos que volvían de la Guerra de Cuba en 1899.
Para haceros una idea más precisa, mi amiga Alexandra Bast ha hecho esta preciosa infografía sobre el tema que podéis ver en detalle en su página:
https://alexandrabast.wordpress.com/2017/03/31/la-reconquista-de-vigo/ |
Si tenéis oportunidad, ¡no os perdáis esta fiesta histórica! Os podréis sentir como Julia y Fabián, envueltos del sonido de las gaitas y el olor a churrasco.
Bibliografía
- DOMÍNGUEZ CASTRO, Luis: «La guerra de Independencia y la Reconquista de Vigo» en Historia de Vigo. Vigo, Ediciones Nobel para Faro de Vigo, 2007, pp 145-156.
- CEBRIÁN RAMOS, Beatriz: Vigo, 1809: Reconquista. Material Didáctico. Museo Municipal de Vigo “Quiñones de León” [Web] . Recuperado en: http://www.museodevigo.org/docs/Reconquista.pdf [Consulta: 31/03/2017]
- LAMAS, Jorge: La Reconquista ya tiene su heroína (03 de junio de 2008). La Voz de Galicia [Diario Digital]. Recuperado en: http://www.lavozdegalicia.es/noticia/vigo/vigo/2008/06/03/reconquista-heroina/0003_6872135.htm [Consulta: 31/03/2017]
- LAMAS DONO, Jorge: «A reconquista de Vigo na prensa española da súa época», Glaucopis 17, pp. 71-80. Vigo, Boletín Instituto de Estudios Vigueses, 2012.
- TRONCOSO GARCÍA-CAMBÓN, Ricardo: «El comandante de Escuadrón Jacques Antoine Chalot, comandante militar de Vigo durante su ocupación. Nuevos datos sobre la Reconquista de Vigo», Glaucopis 15, pp. 15-38. Vigo, Boletín Instituto de Estudios Vigueses, 2010.
Para saber más sobre la Guerra de la Independencia a nivel nacional, os remito al análisis histórico del Ministerio del Tiempo que hicimos en Historia 2.0 sobre este tema: http://historiadospuntocero.com/analizando-historicamente-el-ministerio-del-tiempo-capitulo-12-el-monasterio-del-tiempo/